Donde nacen la nieve y el viento
Donde nacen la nieve y el viento
[Relato - Texto completo.]
Keter Lousvart
Amiguitos míos, ¿cómo estáis? Espero que muy bien. Hoy vengo a revelaros un secreto. Os contaré el origen de la nieve y del viento aquí en el Valle Encantado. Es muy lindo y emocionante, os fascinará escucharlo.
Todo comienza cada atardecer. Justo entonces, cuando empieza a ponerse el sol, el viejo molino de la colina dorada hace nacer el aire con mucho cariño y maestría.
Es un grandioso espectáculo y yo nunca me lo pierdo, por suerte, desde mi madriguera puede verse... Primero es apenas un suspiro, pero el aire comienza a crecer poquito a poco, como un algodón de azúcar que van hilando sus aspas. Y, esto me encanta: ese viento también tiñe los cielos de rosa.
Foló, foló, foló.... El viejo molino no descansa en toda la noche. Gracias al movimiento de las aspas que el aire empuja, muele el trigo mientras el valle duerme. Y antes del amanecer, ese aire que creció y se convirtió en viento, esparce la harina recién molida por todo el valle.
Entonces detiene sus aspas y, como ya no necesita el aire para moverlas, deja caer colina abajo todo el viento que le ha sobrado. Rodando, rodando, el viento llega al pueblecito que yace a sus faldas. Entra por el campanario, tañe por maitines y enfría la harina, convertida ya en copos de nieve. Luego, el aire atiende las súplicas de la jornada, hasta deshincharse de tanto ir y venir.
Bien abrigaditos y a resguardo, el aire y la nieve son una maravilla. Bailan por todas partes, libres y felices....
Me gusta verlos danzar, eso sí, calentito desde mi madriguera. Ver la nieve caer al son del viento y cubrirlo todo de blanco es precioso.... También lo es ver al aire acariciar con sus brisas, llevarse las penas, traer alegrías y empujar a las mariposas para que no caigan en las telas de araña.
¿Qué os parece? ¿Os ha gustado mi secreto?
© Obra registrada.
